Por Jonás Solano / @jonas_esm en IG y @jonas_solano en TW
Tras el empate entre Atlético y Barcelona, a los de Zidane se les presentaba una oportunidad de oro para ponerse en la cima de la tabla y olvidar la tortuosa eliminación en Champions. Pero el gran Sevilla de Lopetegui no se los puso fácil y el VAR terminó por despertar la ira de los madridistas.
Ya empezando el partido, a los merengues les anularían un gol por un fuera de juego de Odriozola que fue revisado por el video arbitraje. Los hispalenses dominarían los primeros compases del encuentro mientras que los blancos parecían no darse cuenta que eran ellos los que tenían que buscar los tres puntos. Pero después del gol anulado la balanza se nivelaría.
El Madrid dejaría de resguardarse en su campo para salir a buscar el liderato, aún así el Sevilla lograría marcar con un centro de Navas al área que Rakitic bajaría de cabeza para Fernando y que este rematase al arco para poner a los de Nervión por delante.
En ese instante el Madrid que aún no se enteraba de lo que estaba en juego desapareció y adelanto sus líneas al completo para buscar el gol que los metiera de nuevo en el juego.
Así inició la segunda parte en el Di Stéfano, muy distinta a la primera, ahora era el Sevilla quién se defendía en su area y los locales quienes buscaban desesperadamente darle vuelta al marcador.
Primero llegaría el empate en el 67’ con un tiro cruzado de Asensio dentro del area que daba augurio de que los capitalinos iban a conseguir la épica, de no ser por la estruendosa intervención del VAR.
En un tiro de esquina a favor del Sevilla en el 73’, los nervionenses subieron a todos sus jugadores al area madridista para buscar el desempate, pero descuidando la defensa en el intento. Luego de una serie de remates bloqueados, Vinicius se quedó el balón y rápidamente se lo dio a un solitario Benzema en el medio del campo que no tenía a nadie por delante para pararlo. El francés con el esférico al pié galopó hasta el arco de Bono a quién intentó eludir en carrera y con tanto éxito que el arquero marroquí se vio obligado a cometer penal como último recurso.
Todo parecía normal, hasta que al colegiado le indicaron desde el VAR que en el corner anterior Militao había tocado el balón con la mano. Martínez Munuera lo revisó en la repetición y así convirtió un penal a favor del Madrid en una pena máxima a favor del equipo visitante que dejaría conmocionado e irritado al conjunto madrileño. Rakitic lo ejecutó, lo convirtió y nuevamente el Madrid se veía cuesta arriba.
Los madridistas tenían que afrontar lo que restaba de tiempo no desde cero, desde menos uno otra vez por una sentencia de la que ya se estaba hablando en todas partes. Aún mosqueados, los merengues no bajaron las manos y tiraron de orgullo, fútbol y hasta enojo para volver a poner en tablas el marcador en el descuento.
El Real Madrid deja pasar su chance de oro y deja todo igual en una liga que está de infarto hasta el final.